Blog creado para compartir conocimiento, experiencias y análisis sobre temas relacionados con La Gestión del Talento Humano en particular con el rol de socio estratégico y de responsabilidad social que requieren hoy las empresas especialmente las globalizadas y aquellas que tienen una real preocupación por la calidad de vida laboral de los trabajadores
martes, 11 de febrero de 2020
Por qué la creatividad es el campo de batalla definitivo entre la inteligencia artificial y la humana
Desde una perspectiva teórica, la creatividad y la innovación son procesos de búsqueda y combinación. Hay diferentes estrategias, pero en la tecnología de punta se llama "red generativa antagónica".Recientemente, la Oficina de Patentes Europea rechazó la solicitud para registrar un contenedor de comida. No se debió a que la invención no era novedosa ni útil, fue porque había sido creada por inteligencia artificial (IA).
Según la ley, los inventores deben ser gente real. Pero esta no es la primera invención que tiene detrás la IA. Hay máquinas que han producido innovaciones en distintos campos, desde artículos científicos y libros, hasta nuevos materiales y música. Dicho esto, la creatividad es claramente uno de los rasgos humanos más extraordinarios. Sin ella no habría poesía, ni internet, ni exploración espacial. Pero ¿podría la IA alguna vez igualarnos o, inclusive, sobrepasarnos? Miremos lo que se ha investigado al respecto.
¿Cómo innova una máquina?
Desde una perspectiva teórica, la creatividad y la innovación son procesos de búsqueda y combinación. Empezamos con un trozo de conocimiento y lo conectamos con otro trozo para crear algo nuevo y útil. En principio, esto también es algo que puede ser hecho por máquinas. De hecho, son excelentes almacenando, procesando y haciendo conexiones entre datos.
Las máquinas producen innovaciones usando métodos generativos. Pero ¿cómo ocurre eso exactamente?
Hay diferentes estrategias, pero lo que es tecnología de punta se llama "red generativa antagónica". Por ejemplo, piensa en una máquina que debe crear un retrato nuevo de una persona. Las redes generativas antagónicas abordan esa tarea creativa con la combinación de dos tareas secundarias. La primera parte es el generador, que produce nuevas imágenes a partir de una distribución aleatoria de píxeles. La segunda parte es el discriminador, que le dice al generador qué tanto se aproximó a producir un retrato que parezca auténtico.
¿Cómo hace el discriminador para saber cómo se ven los humanos? Pues bien, se le alimenta con muchos ejemplos de retratos de personas reales antes de empezar la tarea.
En base a la información del discriminador, el generador mejora su algoritmo y sugiere un nuevo retrato. Este proceso se repite una y otra vez hasta que el discriminador decide que el retrato se aproxima a los ejemplos que tiene en su memoria. Este proceso da como resultado un retrato que se parece muchísimo a un humano real.
"Chispa humana"
Pero, aunque las máquinas puedan innovar en base a datos, eso no quiere decir que vayan a hacer sombra a la creatividad humana en breve. La innovación es un proceso de resolución de problemas. Esto es, para que una innovación exista, hay que combinar los problemas con las soluciones. Los humanos pueden ir en cualquiera de las direcciones: pueden empezar con un problema y resolverlo, o pueden partir de una solución y tratar de buscar nuevos problemas en torno a esta. Un ejemplo de este último tipo de innovación es el Post-it (el papelito rectangular para escribir notas con adhesivo en una de las esquinas). Un ingeniero desarrolló un pegamento que no era muy fuerte y lo dejó en su escritorio. Y un colega se dio cuenta de que esa era precisamente la solución que evitaría que se cayeran las notas que añadía a su partitura durante sus ensayos corales.
Al utilizar datos y código para formular problemas explícitos, la inteligencia artificial también puede ofrecer soluciones.Sin embargo, identificar un problema es más difícil para las máquinas, ya que estos no suelen estar incluidos en los datos a partir de los cuales innovan las máquinas.
Es más, la innovación suele estar basada en las necesidades que ni siquiera sabíamos que teníamos.Pensemos en el walkman. Aun cuando ningún consumidor manifestó el deseo de escuchar música mientras caminaba, esta innovación fue un gran éxito. Así como es difícil formular ese tipo de necesidades latentes, también es improbable que entren a formar parte de los archivos de datos que las máquinas necesitan para inventar.
Los humanos y las máquinas se nutren de distintas materias primas para innovar.
Mientras las personas se basan en toda una vida de experiencias para generar ideas, las máquinas se limitan a hacerlo usando los datos con las que las alimentamos. Estas últimas puede, pues, generar innumerables innovaciones, versiones nuevas en base a datos que van recibiendo.Pero es poco probable que los inventos revolucionarios vengan de las máquinas, pues estos suelen crearse generalmente al relacionar campos distintos y desconectados. Un ejemplo de ello es el snowboard, que combina el mundo del surf con el esquí.
Novedad y utilidad
Además, no se trata solo de la novedad, ser creativo implica también crear algo útil.En ese sentido, aunque las máquinas sean claramente capaces de generar algo novedoso, eso no quiere decir que vaya a ser práctico. Es el usuario el que va a considerar que algo es útil o no, y ese es un juicio que difícilmente van a poder hacer las máquinas. Las personas, en cambio, podemos empatizar con otras y entender mejor sus necesidades.
Finalmente, las ideas generadas por la IA podrían no ser tan atractivas para los consumidores, simplemente porque han sido creadas por una máquina. Los humanos podrían descartarlas porque sienten que son menos auténticas, incluso porque las consideran amenazantes, o, simplemente, porque prefieren las ideas de su propia especie, un efecto que ha sido observado en otros campos antes. Por ahora, muchos aspectos de la creatividad siguen siendo terreno fuera de competencia para las máquinas y la IA. Pero aunque las máquinas no puedan reemplazar a los humanos en el campo creativo, son de gran ayuda para complementar la creatividad humana. Por ejemplo, podemos hacer nuevas preguntas o identificar nuevos problemas para resolverlos en combinación con el aprendizaje de las máquinas.
Además, nuestro análisis está basado en el hecho de que las máquinas innovan principalmente en base a una colección limitada de datos. La IA podría volverse mucho más creativa si pudiera combinar grandes cantidades de datos que de otra manera están desconectados. Las máquinas también podrían aumentar su creatividad cuando amplíen su inteligencia y esta se parezca más a la de los humanos y a aquello que llamamos "cultura general". Y puede que no falte tanto para eso. De acuerdo a algunos expertos, existe un 50% de probabilidades de que las máquinas alcancen el nivel de inteligencia de los humanos en 50 años
sábado, 8 de febrero de 2020
Las Empresa 4.0 y el Internet de las Cosas
Año 2035. Una
empresa de zapatos tiene un inventario determinado de botas, sandalias y
mocasines, y equis pedidos al mes. Unos robots van actualizando el stock en el
almacén y basta con que una sola persona introduzca un código para que, de
forma automatizada, los pedidos salgan cuando toca. Si este año el verano tarda
por culpa del mal tiempo, la empresa no perderá dinero gracias a un software
predictivo que frenó la producción de sandalias hace unos días.
El
manejo de todas las materias primas, materiales y mercancías de la cadena de
suministros con el objetivo de conseguir la máxima eficiencia y productividad
se llama “intralogística”. Si damos un paso más y le aplicamos la última
tecnología, tenemos la intralogística 4.0, una herramienta VITAL, así, en
mayúsculas,
El sector
logístico ha experimentado en los últimos años una importante
transformación: las empresas han pasado de contar con almacenes manuales a
centros de distribución completamente automatizados. Los almacenes 4.0 reducen
pasos innecesarios y, por tanto, costes. Aumentan la productividad. Y evitan
que los seres humanos se involucren en tareas engorrosas, repetitivas y, muchas
veces, hasta peligrosas. Del montacargas de toda la vida y el toro con su
torero (los industriales), en unos años pasaremos a la automatización y
digitalización total. ¿Por qué? Por ejemplo por esto:
-Las
nuevas soluciones en IoT (internet de las cosas) permiten digitalizar
y conectar todos los dispositivos de la cadena, ya sean palés, camiones o
barcos, recoger datos en tiempo real y conseguir la máxima trazabilidad de los
productos (algo así como su dni).
Los sensores, de
frío o calor, por ejemplo, optimizan la capacidad de reacción ante cualquier
eventualidad en el almacén. -La interpretación de la información gracias a
tecnologías como la inteligencia artificial o el machine learning (sistemas que
pueden aprender por sí solos) también proporciona una mayor capacidad de
reacción y permite dar una respuesta más eficaz al cliente. El big data
(grandes conjuntos de datos complejos) en la comunicación entre máquinas mejora
la trazabilidad del producto.
La automatización de procesos con robots colaborativos optimiza las operaciones y aumenta la eficiencia. El resultado: más eficiencia, innovación, sostenibilidad, mayor competitividad en los entornos cada vez más hostiles y con clientes más exigentes.
La automatización de procesos con robots colaborativos optimiza las operaciones y aumenta la eficiencia. El resultado: más eficiencia, innovación, sostenibilidad, mayor competitividad en los entornos cada vez más hostiles y con clientes más exigentes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)