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martes, 19 de abril de 2016

Lo que separa a Juan Valdez y Starbucks en el país y el mundo



La estadounidense Starbucks sigue lejos de pisarle los talones a Procafecol (Juan Valdez Café) en el país. Las cifras del portal empresarial www.losdatos.com indican que el año pasado Procafecol facturó 212.255 millones de pesos, con un crecimiento del 27 por ciento frente al 2014, cuando recibió 167.463 millones de pesos. Le siguió Restcafé (Oma) - marca para la cual se calcularon 17 establecimientos- con ingresos operacionales por 114.353 millones de pesos, aunque con un descenso del 4 por ciento respecto al 2014, cuando tuvo 118.948 millones de pesos.
Entre tanto, Estrella Andina, un ‘joint venture’ de la empresa mexicana Alsea y el colombiano Grupo Nutresa, que es la que opera la franquicia de Starbucks en nuestro país, registró ventas por 14.056 millones de pesos. Se trata de un crecimiento de 223 por ciento frente al 2014, cuando recibió ingresos por 4.351 millones de pesos. Fue además el primer año completo de operación de la franquicia del logo de la sirena en Colombia, pues Estrella Andina entró al mercado local en julio del 2014.
Igualmente, del trío de cadenas de cafeterías analizadas, la franquicia de Starbucks en Colombia fue la que más incremento tuvo en ventas, 223 por ciento, superando las de Juan Valdez, que subieron el 27 por ciento. Losdatos.com agrega que en el 2015, con solo con 9 establecimientos, Starbucks registró un promedio de ventas por local de 1.562 millones de pesos, superando a Juan Valdez, con 938 millones de pesos y Oma, con 448 millones de pesos.
Sin embargo, el rey en número de establecimientos fue Restcafé Oma, con 255, seguido por Juan Valdez, con 226. Al informar los resultados de la gestión anual el pasado 4 de abril, Procafecol dijo que sus números del 2015 reflejan que su modelo de expansión nacional e internacional es sostenible. También fue el mejor año de la compañía a nivel financiero, pues el Ebitda (utilidad antes de impuestos y otros) sumó 23.411 millones de pesos, con un crecimiento del 36 por ciento, frente al 2014.
A nivel de utilidades netas, la compañía reportó 8.024 millones de pesos, con un aumento de 33 por ciento respecto al 2014, cuando totalizaron 6.031 millones de pesos. Los recursos de las ganancias los destinó la compañía a enjugar pérdidas, pues hasta el 2012, prácticamente, tuvo saldos en rojo en su operación. Además de las 226 tiendas a nivel nacional, en el 2015 Juan Valdez completó 108 cafeterías en el exterior. La marca colombiana también llegó a presencia en 15 países, 55 menos que Starbucks, que opera en 70.
El presidente de Starbucks, Howard Schultz, dice en el balance del año fiscal del 2015 que las ventas de las tiendas propias y licenciadas de la marca crecieron 17 por ciento, a 19.200 millones de dólares.
“A nivel mundial, tuvimos un aumento del 7 por ciento en las ventas si se compara el mismo número de tiendas -21.366- y abrimos 1.677 en el año fiscal 2015”, agregó el directivo.
Otra de sus victorias recientes en Colombia es que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) protegió la marca Starbucks, luego de negar el registro del sello Starmarket Store, solicitada por Juan Carlos Rueda Mejía, al considerar que visualmente ambas tendían a confundirse.
La notoriedad de Starbucks ya había sido declarada en otro caso, donde la compañía se opuso al registro de la marca Starkook. “En esa ocasión la SIC logró determinar que la marca Starbucks es un signo ampliamente conocido, lo cual se demostró a través de la prueba de volúmenes de venta, inversión en publicidad y artículos de prensa, razón por la cual debía protegerse”, dijo un comunicado de la SIC. 
Otras cifras del café
Un reciente estudio de Nielsen –firma especializada en análisis de mercados–, indica que el consumo interno de café en Colombia presentó en el 2015 una cifra récord de crecimiento, 3,1 por ciento, si se miden los volúmenes vendidos en los canales al detal como supermercados y tiendas de barrio.
El reporte agrega que el aumento está apalancado en un mayor consumo de producto en los hogares, que representan cerca de 85 de cada 100 kilos vendidos, con un crecimiento de 2,3 por ciento respecto al 2014.
El informe de Nielsen dice en otro aparte que la frecuencia de compra promedio de café por hogar bajó de 8,9 días a 8,3 días, lo que obviamente significó mayor consumo. También se incrementó la compra promedio en volumen, de 110 a 120 gramos.
Las estadísticas de Raddar, otra firma especializada en análisis de mercados, indican por su lado que el consumo interno de café (incluido el tradicional tinto) moviliza ventas anuales por 3,5 billones de pesos. Entre tanto, fuera de los hogares el café preparado se puede tomar en miles de pequeños negocios, como tiendas, cafeterías y panaderías de barrio, con rentabilidades brutas que pueden llegar al 300 por ciento
Por su lado, el Grupo Nutresa registró ventas el año pasado de café molido, soluble y otros por 531.000 millones de pesos, con un aumento de 5,8 por ciento respecto al 2014, cuando facturó 502.000 millones de pesos. Entre tanto, sus ventas en volumen subieron 4,6 por ciento, también frente al año antepasado. La empresa alcanzó en Colombia además 54,2 por ciento de participación en el segmento de café molido y 42 por ciento en el de solubles. 
Tiendas, un motor del consumo 
La coordinadora del Programa ‘Toma Café’, Ana María Sierra Restrepo, afirma que la venta al público de una libra de producto tradicional es exponencial en el consumo porque se pueden preparar entre 80 y 90 cafés.“El crecimiento de las tiendas especializadas es uno de los factores que ha impulsado el consumo interno porque le da valor agregado al caficultor”, sostiene.


También considera que las campañas promocionales a partir del 2009 impulsan el consumo interno, que venía en retroceso. “Aunque no todos los colombianos tienen el poder adquisitivo para frecuentar tiendas especializadas, que son un nicho, produjeron una tendencia para reposicionar la bebida, generaron aspiracionalidad y suscitaron más interés por consumirla”, explica. La directiva prevé que este año el consumo interno se puede mantener respecto al 2015. La meta es que el consumo anual de café pase, al 2020, de 1,5 a dos millones de sacos