El Estudio sobre Desarrollo Adulto* comenzó en 1938 con
700 hombres jóvenes, algunos de la prestigiosa universidad, otros de barrios
pobres de Boston.
Y acompañó a lo largo de su vida a esos individuos,
monitoreando su estado mental, físico y emocional. La investigación continúa
ahora con más de mil hombres y mujeres, hijos de los participantes originales.
El actual director del estudio, el cuarto desde su inicio, es
el psiquiatra estadounidense Robert Waldinger, quien también es maestro zen. La
charla TED que Waldinger dio sobre el proyecto, "Qué es una buena vida: lecciones del estudio más prolongado sobre
la felicidad", se volvió sensación en internet y ya fue descargada más
de 11 millones de veces.
"Hay muchas conclusiones de este estudio", dijo
Waldinger a BBC Mundo. "Pero la
fundamental, que vemos una y otra vez, es que lo importante para mantenernos
felices y saludables a lo largo de la vida, es la calidad de nuestras
relaciones".
Conectados
"Lo que encontramos es que en el caso de las personas
más satisfechas en sus relaciones, más conectadas a otros, su cuerpo y su
cerebro se mantienen saludables por más tiempo", señaló el académico
estadounidense.
"Una relación de buena calidad significa una relación en
la que te sientes seguro, en la que puedes ser tú mismo. Claro que ninguna
relación es ideal, pero esas son cualidades que hacen que la gente
florezca". En el otro extremo, está la experiencia de soledad, un
sentimiento subjetivo de estar menos conectados de lo que nos gustaría.
"¿Estoy haciendo cosas que tienen un significado para
mí? ¿Estoy haciendo cosas que me hacen sentir que importo en el mundo? Éstas
son las preguntas que nos planteamos cuando hablamos de felicidad", señaló
Waldinger. "No hablamos de estar
contentos en cada momento, porque eso es imposible y todos tenemos días,
semanas o años difíciles".
En cuanto a la fama o
el dinero, "no es que sean malos, hay gente famosa feliz y gente famosa infeliz".Lo mismo
con el dinero. Pero el estudio muestra de acuerdo al académico que más allá de
un nivel en que nuestras necesidades están cubiertas, un aumento en el ingreso
no necesariamente nos hará felices.
"No estamos
diciendo que no puedas proponerte ganar más dinero o estar orgulloso de tu
trabajo y que otros lo noten. Pero es importante no esperar que tu felicidad
dependa de esas cosas".
Registros médicos
Los participantes del estudio respondieron a lo largo de
décadas cuestionarios sobre su familia, su trabajo, su vida en la comunidad. "También
tuvimos acceso a sus registros médicos, por lo que evaluamos su salud no sólo
según lo que ellos decían sino lo que sus doctores e historial médico decían",
explicó.
"Cuando comencé a trabajar en el estudio en 2003
grabamos videos de los participantes hablando con sus esposas sobre sus
preocupaciones más profundas. Y enviamos preguntas a los hijos sobre la
relación con sus padres". Los participantes también se realizaron exámenes
de sangre para determinar múltiples indicadores de salud, e incluso análisis de
ADN. "Algunos nos permitieron escanear su cerebro, y en algunos casos
donaron su cerebro para que pudiéramos estudiarlo en conexión con todos los
otros datos que ya teníamos sobre su vida".
"En mi propia vida"
Cuando la charla de Waldinger se volvió viral, el académico
optó por un retiro en silencio durante tres semanas. "La tradición
Zen sostiene que la contemplación nos ayuda a mantenernos con los pies en la
tierra y centrados en lo que es más importante en la vida", escribió en
ese entonces. Para dar respuesta al enorme interés del público, el académico
creó un blog en internet sobre el estudio, robertwaldinger.com
La investigación ha tenido un impacto profundo en la vida de
Waldinger. "Me ha hecho poner
más atención en mis propias relaciones, no sólo en casa sino en el trabajo y en
la comunidad", señaló a BBC Mundo.
"Me di cuenta que
mis relaciones me dan energía cuando invierto en ellas, cuando les dedico tiempo.
Se vuelven más vivas y no agotadoras", agregó.
"La tendencia
social es aislarnos, quedarnos en casa para la televisión o estar en redes
sociales, pero en mi propia vida me he dado cuenta que cuando estoy más feliz
es cuando no estoy haciendo eso".
Ofrecer nuestra presencia
Invertir en una relación para Waldinger significa estar
presente. "Esto está en mi vida como practicante Zen. Lo que noto es
que cuando ofrecemos nuestra atención indivisa y completa nos sentimos más
conectados unos a otros, y esto también sucede en el trabajo", agregó.
"No se trata de pasar más tiempo en el trabajo, sino de
poner más atención en el otro, de conectar más con los otros, en lugar de dar
por descontado que el otro siempre está allí".
Conflictos
Waldinger reconoce que puede ser difícil no perder de vista
lo que realmente importa.
En parte esto se debe a que recibimos mensajes de nuestra
cultura todo el tiempo, con anuncios de publicidad que nos dicen cada día que
si compramos algo seremos más felices o nos amarán más. "Y en los últimos
30 o 40 años se ha glorificado la riqueza, hay billonarios que son héroes sólo
porque son billonarios. Esta medida parece más fácil, porque las relaciones son
difíciles, cambian, son complicadas".
¿Cuál es el mensaje final de Waldinger? "Les diría
que traten de ver si pueden tender un lazo hacia otras personas. Y es
particularmente importante hacerlo hacia aquellas con quienes tienen algún
conflicto".
El estudio ha dejado en claro algo que vale la pena recordar,
según el psiquiatra estadounidense. "Los conflictos realmente minan
nuestra energía. Y quiebran nuestra salud"
Revista SEMANA, ,23 Enero 2017