Máquinas
inteligentes, capaces de ‘leer’ su entorno y aprender por sí mismas, y
dispositivos conectados que entienden el contexto de una conversación y saben
más acerca de su vida que usted. Esa es la visión que presentó esta semana
Google en su I/O, el evento anual para desarrolladores de la compañía de
Mountain View.
Mucho
de esa visión está expresada por el nuevo Google Assistant, que integra los
avances más recientes en materia de inteligencia artificial y aprendizaje
automático. Esta invención usa la información acumulada en las herramientas del
sistema Google para ayudar en tareas cotidianas.
Para
Sundar Pichai, el CEO de Google, el mensaje es claro: Google planea estar
presente en todos los aspectos de la vida para hacerla más fácil. Se trata de
una oferta basada en servicios, pero apoyada en el ‘hardware’ y que tiene como
resultado una integración orgánica de la marca en la vida diaria de sus
usuarios.
El
principal exponente se llama Google Home. Se parece, y así lo reconoció Pichai,
al Amazon Echo, y se puede describir como un altavoz inteligente operado por
voz y totalmente integrado al Assistant. Home tiene acceso al calendario, el
correo, los mapas, la tienda de ‘apps’, el servicio de música y otros recursos
de la firma.Pero donde realmente brilla es cuando empieza a prender o apagar
luces, reproducir música en todas las habitaciones y asegurar la casa al
escuchar que sus dueños dijeron ‘Adiós’.
Las
capacidades de su asistente también le permiten a Google ir por el mercado que
hoy ocupa WhatsApp con una ‘app’ llamada Allo, un servicio de mensajería que
incorpora los recursos predictivos del Assistant. A eso se suma Duo, una ‘app’
de videollamadas optimizada para funcionar incluso en redes lentas. Como se
anticipaba, la firma se metió de lleno en la apuesta por la realidad virtual
que habitará bajo el nombre Daydream.
Las
implicaciones de este desarrollo apuntan a un futuro en el que usted pueda
acompañar la primera misión tripulada a Marte, con solo ponerse un casco.
“Estas
simulaciones van a transformar nuestra relación con la realidad”, concluye
Google.